El emprendimiento empresarial siempre es un estímulo para quien lo pone en marcha pero también un riesgo sin el cual no hay resultados. Sin embargo, aunque hay ejemplos de éxito basados únicamente en el trabajo y el esfuerzo constante para ver consolidación a largo plazo, esta historia ardua y meritoria ha podido basarse en unos cuantos consejos para emprender un negocio.
1- Lo primero y fundamental consiste en querer tener éxito y poner todo el empeño en que así sea. Y en esta creencia hay mucha parte de visión de la coronación de dicho éxito, que no es otra cosa que ver realizado el sueño de quien lo está poniendo en marcha paso a paso.
2- Partir de una base económica parece la mejor garantía para fundar un negocio, ya que sin una situación financiera real, bien procedente de ahorros o de préstamos bancarios, familiares o de mecenas, cualquier empresa basada en el comercio de bienes sobre todo, hace aguas ya sin haber empezado. Pero esta exigencia es tan solo válida para negocios visibles al público como los relacionados con hostelería, el mundo de la belleza, wellness e incluso el fitness con la necesidad de abrir un centro donde atender clientes que llegan físicamente.
En esta opción encaja el método franquicia de distintos sectores y las hay baratas para locales físicos y tiendas online.
Sin embargo no es imprescindible para lanzarse al negocio online porque requiere mucha menos inversión. Y para ello existen numerosas plataformas de apoyo a los emprendedores dependiendo del sector en el que estén interesados. Véase el crowfounding, co-working y sharing en plataformas donde los ingresos provienen de la publicidad y de las visitas de los usuarios-clientes.
Eso así, la inversión y el emprendimiento no siempre van unidos y pueden presentarse como opciones muy distintas. Invertir conlleva ampliar ganancias poniendo capital en un negocio que nace o que ya existe y arroja dividendos positivos, además de revalorizarse con la aportación de cuanto más capital, más beneficios para el inversor.
Emprender para lograr una empresa y hacerla crecer no es precisamente invertir sino procurarse ante todo un sustento y posiblemente el de más personas colaboradoras, ya sea como socios o como trabajadores que obtienen emolumentos. Es decir, crear empleo es otro de los objetivos a cumplir cuando se necesita ayuda y ésta se presenta en forma de empleados, algo que a veces nace del crecimiento que experimenta una apuesta exitosa.