Consejos para volver al trabajo después del verano

*Antes de empezar, Te dejamos un enlace que te será de gran ayuda, si todavía no te has ido de vacaciones: Cómo organizar el trabajo antes de irse de vacaciones.

 

El verano se acaba… y Facebook se llena de fotos de nuestras vacaciones, viajes y de gente a la que le toca volver a su rutina y a su trabajo. En los últimos años hay algo más temido que la cuesta de enero… la cuesta de septiembre y su comunmente llamada depresión post-vacacional.

Según informes de Adecco: uno de cada tres padeceremos los síntomas del síndrome post-vacacional. ¿Cómo saber si estas “infectado”? ¿Qué es esto de la depresión post vacacional?

Síntomas cómo ansiedad, fatiga, insomnio, inseguridad, falta de interés, sentimientos de vacío, dificultades para concentrarse, disminución de rendimiento, disminución de apetito y apatía forman parte de este síndrome.

 

¿Por qué nos pasa esto?

Normalmente se produce por el regreso de periodos prolongados de ocio (Si has estado más de 3 semanas de vacaciones seguidas, lo siento, pero tienes más probabilidades de padecerlo) a largas jornadas de trabajo y responsabilidad. Y a la alteración de horarios: en vacaciones solemos acostarnos más tarde, comer más tarde y a deshoras, etc.

Si todavía no has vuelto, puedes poner en práctica sencillos trucos para prevenir:

  1. Programa el regreso de tu lugar de vacaciones unos días antes de la vuelta al trabajo.
  2. Empieza a normalizar el horario. Aunque sigas de vacaciones intentar despertarse a la hora a la que te sueles levantar para ir a trabajo, comer a la hora de los descansos del trabajo, etc.
  3. No empieces bruscamente con las responsabilidades (si tu trabajo te lo permite). Deja las tareas más difíciles para más adelante.

 

Si ya no tienes remedio, has vuelto al trabajo

S.O.S. ¿Qué hacer?

  • Mentalízate de que se trata de una mala época. La vuelta a la rutina y su total aceptación (es decir, volver a acostumbrarse a los horarios, cargas, etc.) suele durar entre una semana y 14 días.
  • Anticípate a los primeros días. Levántate antes de lo normal para ir de forma relajada al trabajo.
  • Normaliza tus horarios. Sabemos que cuesta acostarse antes pero hay que “auto-obligarse” a contar ovejitas los primeros días. Nuestro cuerpo necesita dormir unas 8 horas para recuperarse.
  • Práctica ejercicio moderado. Ayuda a relajarse y a mantenerse en forma.
  • Haz planes a corto plazo. No penséis en las siguientes vacaciones sino en el fin de semana; te ayudará a ver la meta más corta.
  • Aprovecha el resto de horas del día para practicar una actividad relajante y/o una actividad que hiciese en tu periodo de vacaciones. Sal a dar un paseo, de cañas: esto te ayudará a experimentar que no has perdido del todo las vacaciones.
  • Admite los límites profesionales y evita sobre-exigirte al principio. Habla con tus compañeros de lo que te pasa y descubrirás que le pasa a todo el mundo y, por ello, entenderán que al principio cueste retomar la rutina.
  • Aprovecha que septiembre es el mas de las fiestas patronales.
  • Y, sobre todo, experimenta de forma positiva la vuelta. Como cuando eras pequeño y querías volver al colegio para ver a tus compañeros de clase, aunque en esta ocasión son los compañeros de oficina.
  • Y si, aún así, tu trabajo te resulta especialmente pesado y una carga… quizás Septiembre sea el mes de replantearse si ese es el trabajo que os conviene o si, por el contrario, el síndrome post vacacional no es más que  una insatisfacción con este.

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