¿El mejor regalo para pedir a los Reyes Magos? Un despacho ideal

Está científicamente demostrado  que como nos sintamos en nuestro despacho está relacionado con nuestro rendimiento y por consiguiente, con el éxito de nuestra empresa o proyecto.

Imaginate tener que trabajar en un despacho en el que la conexión a internet se va cada dos por tres, que no tienes dónde recibir tus visitas y a tus futuros clientes, o se trata de un despacho al que es muy difícil llegar.

¿Qué tiene que tener un despacho  ideal?

Frente a lo que la mayoría suele buscar, la definición de un buen despacho no está en los que te puedas ahorrar. Lo barato a veces sale muy caro. Si ahorramos por un lado y por otro, también tendremos que ver que unos precios tan bajos significan unos servicios a la altura.

El despacho que le pediríamos a los Reyes Magos seguramente sería uno bien comunicado, amueblado, adaptable a cualquiera de nuestras necesidades, con luz natural y que lo tuviésemos desde ya.

¿Qué elementos componen la lista para que un despacho deje de ser simplemente despacho y pase a ser un buen despacho?

1. Una buena localización

Aunque un despacho en las afueras nos pueda parecer a primera vista más rentable económicamente, a la larga es al revés. Tener un despacho lejos del centro de la ciudad hará que perdamos tanto imagen de marca como futura clientela. Te lo explicamos: un despacho en pleno centro, como es la Castellana, hace que inconscientemente nuestros inversores, futuros socios o clientes piensen que estamos en el centro de todo, de la ciudad, de la economía y de los negocios.

Al estar dónde la mayoría de la gente trabaja, pasea o vive, también tenemos la oportunidad de que todo esa gente pase al lado de nuestro despacho y decida  entrar.

2. Totalmente equipado

En la mayoría de los casos, alquilar un despacho implica perder tiempo y dinero en decorarlo a nuestro gusto. Seguramente se nos pase por alto algún detalle o estemos perdiendo tiempo que deberíamos dedicar a la expansión de nuestro negocio.

Un despacho ideal es el que, una vez contratado, solamente le faltas tú y tu equipo para empezar a trabajar desde el minuto  uno. Por lo tanto tendremos que ver que contamos con todo el mobiliario y decoración que nuestro puesto de trabajo requiere.

3. Pequeños extra que te harán sentir en la gloria…

Igual que a cualquier regalo, a un despacho le pedimos sentirnos bien y realizados: lo mejor de cualquier juguete son los extras que trae y que lo hacen diferente del resto. Imagínate tener un teléfono exclusivo para tu empresa con contestación personalizada, desvío de llamadas y una secretaria que te avise por email de todas las llamadas recibidas.

Hoy en día, también es importante tener la mejor conexión a internet por fibra óptica, así podrás hacer videollamadas sin cortes ni esperas, recibir todo al instante y navegar en busca de nuevos retos: todo a la vez.

Sin contar con que un despacho tiene que estar siempre reluciente, por lo tanto, es imprescindible una limpieza de despachos diaria que venga con los extra. Tú y tus empleados solamente os tendréis que preocupar de trabajar.

4. Sorprende a tus visitas con tu despacho…

Lo segundo que hacíamos cada vez que nos regalaban algo era enseñarlo a nuestros amigos y eso sigue pasando en los negocios. La atención a nuestros proveedores, socios y clientes es una máxima inquebrantable: cuanto mejor atendidos estén mejor funcionaréis juntos.

Por lo tanto no olvides pedir en la lista de los Reyes Magos una atención personalizada a tus visitas, unas zonas de recepción y uso común para que podáis descansar o puedas exponer tus futuros proyectos con todo lo que necesites (catering, zona de visionado, altavoces, micrófono…).

Deja un comentario