Lo vemos en el aula de los colegios, en la naturaleza con las hormigas o las abejas, en los deportes, etc. Trabajando en equipo es cuando realmente conseguimos los grandes triunfos y en el área laboral no iba a ser diferente.
Por ello, cada vez es más importante que el departamento de recursos humanos sea capaz de identificar las fortalezas de cada empleado para adecuar el rol que va a desempeñar este y a fomentar un buen ambiente laboral para que los empleados trabajen en equipo.
¿Cuántas veces hemos visto irse una empresa a pique porque sus empleados o directores no remaban en la misma dirección? Es por ello que cada vez más empresas tienden a organizar dinámicas de grupos, team building, y a seleccionar candidatos que sean capaces de trabajar en grupo priorizando estos a los que tengan un buen cv pero tiendan a trabajar en solitario.
¿Por qué resulta mejor trabajar en equipo?
Estimulamos la creatividad
Dos cerebros aportarán muchas más ideas que uno solo. Tener un buen equipo o “master mind” trabajando en un mismo fin, puede generar en grandes ideas y soluciones que quizás no se le hubiesen ocurrido a un solo experto.
Es lo que llamamos Brainstorming, una idea de un cerebro puede activar otra en otro compañero que, sin la primera, seguramente no hubiese aparecido. Esta técnica la usan desde hace décadas en las grandes agencias de publicidad.
Aumentamos la motivación
Cuando somos parte de un equipo tendemos de forma innata a motivar al resto, ya que forman parte de nuestra “comunidad” y no son competencia (como lo serían si trabajásemos de forma individual).
Si tenemos concepción de equipo, sabemos que si uno decae el resto frena, así siempre habrá una persona que nos anime a seguir adelante y cuando nosotros estemos motivados haremos lo mismo con el resto.
Desarrollamos de manera más eficiente nuestra comunicación
Al tener que trabajar en equipo, tenemos que saber comunicarnos, compartir diferentes opiniones y nuestros conocimientos de forma sencilla y clara.
Con la práctica conseguiremos una comunicación mucho más directa y fluida entre el equipo, lo que acelerará el trabajo, evitará malos entendidos e hará que tengamos un ambiente de trabajo mucho más distendido aumentando la eficiencia de los trabajadores (más información aquí).
Mejora el sentido de pertenencia
Es muy importante que un trabajador se sienta parte del equipo, una parte necesaria y valorada. Cuando tomamos una tarea como propia, tendemos a invertir el 100% de nuestras capacidades en ella. Mientras que si solamente pensamos en el trabajo como un aporte de capital, nuestra motivación y esfuerzo se verán afectados.
Si somos parte de un equipo que rema junto, que se entiende, que se retroalimenta y se motiva, iremos al trabajo con muchas más ganas.
¿Qué conseguimos con esto? Disminuir la rotación del personal y conseguir mayor lealtad a la marca: dos grandes pilares del éxito de una empresa. Menos rotación significa contar con un equipo más especializado y experto en nuestro sello y desde fuera estaremos mejor vistos por la competencia (otros querrán trabajar con nosotros) y por nuestro público (seremos una empresa digna de confianza).
Aumenta el bienestar de los trabajadores
Mucho absentismo laboral tiene que ver con el sentimiento de incomprensión y soledad en el trabajo. Si nuestros empleados son parte de un equipo que trabaja unido, que se comunica de forma exitosa compartiendo ya no información relevante de la tarea sino experiencias, conseguiremos una red de apoyo.
Los trabajadores no sentirán que están obligados a “cumplir” con ocho horas de trabajo y no estarán deseando salir, sino que irán al trabajo motivados, sintiéndose imprescindibles y parte de un proyecto propio.