¿Qué usos puedo darle a mi despacho?

Tener una oficina no solamente implica realizar un trabajo que se nos haya ordenado o que tengamos que cumplir. Si has decidido alquilar un despacho, te damos ideas sobre los diferentes usos que puedes darle.

 

  1. Reuniones

Un despacho no es sólo un lugar de trabajo en el que llegamos, realizamos la actividad y nos vamos; podemos convertir nuestro sitio en la sala de reuniones ideal. En muchos casos las reuniones se convierten en el día a día de las empresas.

Tanto como si somos una pequeña empresa emergente como si se trata de una franquicia, tendremos que hacer reuniones con empleados, futuros socios o colaboradores y todo distribuidor que trabaje con nosotros.

No hay mejor lugar para citar a alguien a quién queremos enseñar nuestro trabajo que la propia base de operaciones. Nos sentiremos en nuestro propio terreno y ellos verán a la perfección todo lo que queramos enseñarles.

 

  1. Formaciones

En muchos casos podremos tener en nuestra mano contratar a algún experto en la materia en la que estemos trabajando para que nos dé una formación. Este tipo de formaciones suelen impartirlas empresas externas en sitios alquilados, por lo que el precio sube.

Si somos nosotros los que directamente contratamos, nos ahorraremos el precio que supone un intermediario.

También podremos ser parte de la formación o, si estamos añadiendo gente al equipo, el despacho será el lugar ideal para formarles en todo lo relacionado con los ideales y formas de trabajar que tengamos.

Incluso no hará falta parar de trabajar, ya que las formaciones se suelen realizar los fines de semana, por lo que tendremos nuestro despacho libre en horas laborales.

 

  1. Compartirlo

¿Te has planteado compartir tu despacho con algún conocido o algún socio? A veces las colaboraciones son muy buena idea. Podremos dividir gastos y aprovechar los recursos de todas las partes para un bien común.

Un despacho multidisciplinar puede atraer a muchos más socios y clientes además de hacer honor a la famosa frase ‘’La unión hace la fuerza’’.

 

  1. Actividades para los empleados

No solamente se pueden hacer reuniones o formaciones en los despachos, también podremos utilizar este como un sitio en el que poder hacer actividades dirigidas a nuestros empleados.

Existen cursos dedicados a la mejora de la motivación en las empresas: mejora de cohesión grupal, escucha activa, etcétera. Podemos utilizar la sala que tenemos y no tener que desplazarnos fuera.

Podremos utilizar una sala anexa para ofrecer a nuestros empleados formaciones extra como clases de inglés avanzadas, informática o cualquier otro tipo de actividad.

Separando una hora del trabajo para la realización de las mismas les daremos la oportunidad para progresar en diferentes ámbitos, motivarlos y ofrecerles un poco de variedad.

 

  1. Lugar de ocio

¿Te has planteado que un despacho no tiene porqué ser siempre un sitio de trabajo? Podrás utilizar las horas vacías en las que no se trabaja para usarlo de forma lúdica.

La mayoría de nosotros piensa en la oficina como en un espacio frío en el que, a veces, la creatividad o la diversión quedan al margen. Hay muchos directores que se han dado cuenta de ello y han puesto medidas.

Como por ejemplo, salas para que los empleados se despejen en las horas libres, equipadas con juegos de mesa y billar donde proponer un día en el mes en el que los empleados vayan literalmente a jugar, rompiendo así con lo establecido. Además de proporcionarles a nuestros empleados la posibilidad de interactuar entre ellos de una forma diferente, reforzando así los lazos y la confianza, mejorará el ambiente laboral y por lo tanto los resultados a lo largo del tiempo.

Realiza meriendas informales, escape rooms inspiradas en vuestro tipo de trabajo, exposiciones relacionadas con la empresa o sus objetivos… Verás cómo acudir a la oficina no tiene porqué convertirse en una rutina.

Deja un comentario