No es fácil ser un emprendedor, sobre todo cuando tienes dudas de los que puedes llegar a conseguir.
Es en este punto en el que todo el que quiere montar un negocio se plantea hacerse autónomo o hacer una Sociedad Limitada.
Es importante estar seguro de lo que se tiene y a lo que se aspira y sobre todo debemos de entender las responsabilidades que acarrea ser un Autónomo o fundar una Sociedad Limitada.
Los Autónomos respaldan el negocio con su patrimonio, es decir, todos los bienes que tengan, no solo los que conforman la empresa.
Mientras que los que se deciden por una Sociedad Limitada tienen una responsabilidad limitada por lo que si debe de responder por que la empresa no funcione o haya que pagar alguna cantidad, solo se responde con el patrimonio de la sociedad.
Te puedes convertir en Autónomo en un día, presentando toda la documentación y cumpliendo con los requisitos puedes levantarte siendo un trabajador y acostarte siendo una persona autónoma.
Si por el contrario lo que vas a hacer es una sociedad limitada los trámites y las gestiones pueden llevar entre diez y treinta días.
Los costes son también muy inferiores si la decisión de hacerte empresario te lleva a ser autónomo, los gastos de gestión de las gestorías son menores para los autónomos por que la contabilidad es mucho más sencilla y lleva mucho menos tiempo.
Ser una Sociedad Limitada conlleva con un gasto inicial de tres mil euros, este dinero debe de ser depositado en un banco, tras ese paso, se podrá disponer de él para los gastos que supone la creación de la empresa.
Los autónomos no tienen que hacer nada de esto por lo que pueden comenzar con su negocio cuándo y cómo quieran.
Una de las ventajas de formar una Sociedad Limitada es que si necesitas un préstamo para que tu empresa crezca, será mucho más fácil que el banco te conceda un préstamo, esto se debe a que las sociedades limitadas deben de tener dinero en efectivo para poder emprender su camino por lo que se da por hecho que hay dinero en activos.
Una Sociedad Limitada puede contratar los servicios de una oficina virtual, de este modo puede tener todo en orden. Incluso disponer de un espacio físico para las posibles reuniones.
Poder contar con un generoso beneficio también supone una inversión más grande por lo que se hace un esfuerzo y se invierte en los temas más importantes como puede ser la constitución de la sociedad.
Si por otro lado, no necesitas hacer uso de una oficina diariamente podrás optar por alquilar una oficina virtual, un despacho o sala de reuniones por tiempo limitado cuando sea preciso, así los gastos son menores y permite a las sociedades limitadas generar más ingresos.
Los autónomos por otro lado suelen optar por ahorrar en gastos de alquiler de inmueble, pero compartiendo espacio, ideas, recursos … En un espacio Coworking.