Aprende a negociar con los clientes

Las profesiones que están de cara al público, como los comerciales o los autónomos, tienen que enfrentarse de manera diaria a uno de sus desafíos más importantes a nivel profesional: la negociación. Sin embargo, y pese a que es una situación que se repite de manera diaria, realizarlo con éxito no siempre es fácil. Especialmente debido a que intervienen una gran cantidad de factores, la competencia uno de los más importantes.

Son muchas las veces que en circunstancias en las que sentimos que debemos negociar una tarifa o un precio con un cliente, nos sentimos nerviosos o inseguros. Sin embargo, la realidad es que negociar no tiene que ser visto más que como un juego, en el que quien tenga la mejor estrategia siempre va a salir ganando. 

 

Conoce tus objetivos

Uno de los principales problemas cuando nos tenemos que sentar en una mesa a negociar es que no tenemos claros cuáles son nuestros objetivos a nivel profesional. Éstos pueden ser muchos y muy variados. Por ejemplo, si estamos empezando un negocio y, en principio, lo único que queremos es conseguir una buena cartera de clientes para que, una vez asentada, podamos comenzar a ser rentables, tenemos que ser mucho más flexibles en nuestra negociación. De esta manera conseguiremos obtener la cuenta del cliente mucho antes que el resto de nuestros competidores. 

Por otro lado, si nuestro objetivo es alcanzar un determinado volumen de facturación, no conviene ser tan flexibles, puesto que lo más probable es que nos haga falta una buena cantidad de clientes para poder alcanzar este volumen.

En cualquier caso, existen multitud de objetivos que, en base a ellos, podremos optar por un tipo de negociación o por otra. Lo más importante que tenemos que tener en cuenta es que siempre, ante una mesa de negociación, tenemos que ir con una estrategia y unos objetivos muy definidos. 

 

¿Cuáles son tus márgenes?

Independientemente de nuestro objetivo, otro de los factores más importantes es conocer los márgenes en los que nos encontramos. Este dato nos resultará útil para conocer cuál es el últimos precio que podemos ofrecer con el objetivo de seguir siendo rentables. Sin su conocimiento, lo más probable es que lo rebajemos más de la cuenta y podamos entrar en pérdidas.

A la hora de conocer este dato es importante que tengamos en cuenta todos los factores que intervienen en la cadena de producción. Es decir, desde nuestro precio por hora trabajada, hasta los materiales que vamos a utilizar e, incluso, el precio del alquiler al que debemos enfrentarnos. Los márgenes son uno de los valores que más fuerza deben tener en nuestra etapa negociadora.

 

Cuida el aspecto emocional

Uno de los aspectos más importantes que hay que tener en cuenta en el momento de enfrentarte a una negociación es que es importante que el aspecto emocional quede controlado en cualquier momento. Las emociones pueden jugarnos una mala pasada, especialmente cuando se trata de discutir acerca de un tema económico. Por ello, en este sentido es muy importante que siempre los tengamos controlados.

Cobra especial relevancia el hecho de no perder de vista en ningún momento que nos encontramos en una negociación para conseguir un cliente, por lo que no tenemos que acudir con prejuicios ni con otros aspectos que nos puedan desviar la atención de lo realmente importante: cumplir con nuestro objetivo cuidando los márgenes de nuestra empresa.

Como hemos podido comprobar, negociar no es tan complicado como parece. Sin embargo, ante cualquier duda, una de las buenas opciones por las que puedes optar es por acudir a alguno de los diversos cursos de formación que existen en nuestro país, tanto a nivel presencial como online, que te ayudarán a sentirte mucho más seguro en tus negocios. 

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