La rutina diaria del buen emprendedor

El éxito no llama precisamente a nuestra puerta, más bien hay que trabajar en ello a diario. En realidad un buen emprendedor es una persona que no para ni un minuto al día, que aprovecha las 24 horas del día al máximo.

Si nos asomamos a un día en su vida, veríamos que está lleno de decisiones de trabajo, networking, reuniones, crecimiento personal o investigación. Vemos así que ha instaurado varias rutinas en su día a día y hábitos que han sido los que lo han llevado al éxito.

 

¿Quieres saber cuales son las rutinas que más se repiten entre los emprendedores?

1- Tener una rutina

Aunque suene un poco redundante, establecer una rutina es el primer paso para lograr un objetivo. No ya solamente los emprendedores: cualquier persona que quiera conseguir algo tiene que tener una rutina.

Es todo un reto hacer malabares con la vida profesional y personal para cualquier persona, pero sin una rutina es imposible avanzar. Por ejemplo, si tenemos familia pero somos de los que madrugamos, podremos optar por las mañanas para trabajar en nosotros mismos y en nuestro proyecto.

Si, por el contrario, somos más productivos por las noches, deberemos organizar el resto de la jornada para poder dejar ese espacio libre.

Saber cuales son las horas en las que tenemos que hacer cada cosa nos ayudará a priorizar nuestras tareas. Así, si organizamos nuestra semana con anterioridad, tendremos un plan definido en el que invertir nuestro tiempo y no perder ni un segundo.

2- Ejercicio y meditación

No va a ser todo trabajo, trabajo y más trabajo: no somos una máquina (incluso los motores de los coches necesitan descansar). Las ventajas del ejercicio físico de forma continuada son evidentes y nos las sabemos de memoria.

Además de servir como un anti estrés, da igual cómo haya ido el día que tras una buena sesión de ejercicio nuestro cuerpo y nuestra mente estarán como nuevos.

Si no somos del tipo de personas a las que les gusta cansarse y sudar, podemos optar por la meditación o por el yoga, ejercicios que además podemos practicar en cualquier momento libre que tenemos durante el día.

Cualquier tipo de actividad deportiva nos ayuda a aliviar el estrés y a aclarar nuestra mente. Será la mejor  manera de resetear nuestro cerebro para los futuros retos.

3- Seguimiento del progreso

Somos emprendedores, por lo que nos tenemos que ocupar de seguir avanzando, de meditar, de establecer una rutina pero además tenemos que revisar nuestros progresos. Revisar cosas pendientes, a dónde hemos llegado y cómo lo hemos hecho es la base del siguiente paso hacia el éxito.

No nos llevará más de un par de minutos revisar por qué partes del camino establecido vamos. Es importante ir segmentando estas metas en tareas alcanzables y abarcables en el día a día.

Además de revisar cómo está el flujo de dinero de nuestro negocio, nosotros te recomendamos una proyección de 30 días de flujo en efectivo (así sabrás cuánto dinero entra y cuanto sale).

Otra de las cuestiones a las que debemos prestarle atención es al seguimiento de compañeros y clientes. Hacer llamadas, revisar emails, programar reuniones tú mismo te ayudará a mejorar la calidad de las relaciones con ellos.

4- Pasar tiempo de calidad en familia

Acuérdate de apartar tiempo y pasarlo en familia o dedicarlos a actividades de ocio y amigos. Al igual que el ejercicio, una vida personal plena nos ayudará a afrontar los negocios desde otra perspectiva.

Pasar tiempo con  las personas más importantes de nuestra vida, además de hacernos sentir bien, nos ayuda a recordar por lo que estamos luchando.

5- Planear las tareas con anterioridad

Mandar un email la noche antes a todos nuestros socios (por ejemplo, de lo que se necesita para la junta del día siguiente) ayuda a avanzar. Parece obvio pero nos ahorra mucho tiempo y disgustos. ¿Te acuerdas cuando preparabas tu mochila la noche de antes de ir al colegio para no olvidarte de ningún libro? Esto es lo mismo.

Cuando nos acostamos con un planning ya establecido es muy probable que las cosas salgan mucho mejor y más fácilmente al día siguiente, además de descansar a pierna suelta sabiendo que hay parte del trabajo hecho.

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